sábado, 20 de diciembre de 2008

Hasta luego Berlín

Parece ser que esta va a ser mi último artículo desde Berlín este año. No me voy a despedir, volveré enseguida.

Hoy toca reseña deportiva. Es algo completamente nuevo escribir sobre baloncesto, pero también lo era escribir en un blog y al final le coges el gusto.

Este jueves pasado fue el partido de vuelta Alba de Berlín contra el Tau Cerámica de Vitoria. Los equipos están jugando ahora los pases de octavos para clasificarse en el “Top 16” para la Euroliga de baloncesto. Tocaba en casa de los alemanes, y un compañero de la residencia me había sugerido la idea de ir, y de paso ver el estadio del Alba, el O2 World.

Por el módico precio de 10€ nos metimos en la fila 15, en la esquina que habían dejado para el equipo visitante. En los periódicos hablan de 9.000 espectadores viendo el partido, y nosotros éramos 8 más unos 15 fans que se sentaron detrás que coreaban cada canasta al grito de Baskonia. Por supuesto, los alemanes tampoco dejaban de animar a su equipo, y a cada tiro libre del Tau se ensordecía el estadio de silbidos, mientras deseábamos que los locales no tuvieran mal perder.

El partido estuvo bastante igualado, pero escorado hacia el Tau, que pocos minutos tuvo el marcador en contra, hasta que al final se impusiera con un 68-73 que lo dejaba matemáticamente en el “Top 16” de la Euroliga. Me dicen que la final la jugarán aquí, esperemos que pueda volver a ver al Tau llevarse una victoria a casa.

Reseñas deportivas de verdad aquí:

http://www.baskonia.com/

http://www.as.com/

http://www.marca.com/

Mañana domingo vuelvo para España. Me esperan 3 semanas de vacaciones en Zaragoza. El 11 vuelvo, te echaré de menos.

martes, 16 de diciembre de 2008

Sábado, sabadete

Este es el último de cuatro artículos que he escrito sobre lo que he hecho esta semana, del miércoles al sábado. Son anécdotas reales de esos días, tal vez no muy interesantes, pero que permitirán al lector hacerse una idea de lo que es mi vida en Berlín.

Día para tomárselo con tranquilidad. Dormir bien. Comer sopita. Ver una peli. Pensar en qué hacer esta noche. Tengo la opción de ir a la Christmas Party de mi universidad. No me hace mucha gracia, la última fiesta suya no fue gran cosa. Me manda una amiga un SMS, preguntándome que marcha llevo esta noche. Tal vez sea mejor hacerse el margi hoy de los Erasmus, y paso de ver el Barça-Madrid. Ok, a las 8 en Warsch. Str. Llamo a Marco, un colega italiano, por si se quiere venir, que esta con una amiga por aquí y me dijo que le avisara si se me ocurría algo mejor que lo de la uni. Mireya, una amiga de la residencia, se une al grupo. Guay, ya tenemos pandilla para la noche. Hora de salir, en marcha a Warschauer.

Lo he contado mil veces, pero no me canso de repetirlo: esta zona es La Zona. Tiendas, bares, discotecas, gente. El Berlín profundo, el Berlín alternativo (casi decir pijo-alternativo, pero bueno), el Berlín artístico, el Berlín estudiantil, el Berlín auténtico se vive en el barrio de Friedrichshain, la zona de Warschauer Strasse.

Primero cena en otro indio. Les molan aquí a la peña esos sitios. Esta vez, como el restaurante no es del centro de la ciudad, es más barato, mejor servicio y mejor comida. Lo típico, a ver cuando nos enteramos que comer en el centro es tontería.

Yo (justo antes de probar la cerveza): Joder que puta resaca.
Yo (justo después de probar la cerveza): Joder que bien me encuentro y que ganas de marcha.

A continuación, al RockZ, mi pequeño bar Duende de Berlín. Buena música, cervezas, sofás, futbolín y, además, dejan fumar. Cuando me mude de la residencia necesito vivir cerca de un sitio así. La conversación empieza, como casi todas entre Erasmus, hablando cada uno de nuestro país, las cosas que echas de menos, las costumbres que se tienen, etc. Me gusta, estoy aprendiendo mucho de muchos países sin ni siquiera pisarlos. La de pasta que me estoy ahorrando. Cuando la conversación empieza a ponerse interesante, es hora de moverse. Son la 2.

RockZ II

“Do anyone know a nice club here?” Esa pregunta va a ser el live-motive de este Erasmus. Una de las cosas de las que deberíamos estar tremendamente orgullosos en España es de tener sitios como el Rollo, la Zona y el Casco. No somos conscientes de lo cómodos que son. Tener la posibilidad de moverte de un pub a otro en una misma calle es un lujo que en Alemania no se conoce.

Yo: ¿Donde vamos?
Mireya y Sara: Vamos al Cassiopea que está aquí al lado.
Marco: A mi me da igual.
Ouarda: Vamos a Kreuzberg que está Rebecca y he quedado en llamarla.
(Esta última frase debería estar prohibida. ¿Por qué? Sigue leyendo, seguro que a tí también te ha pasado).
Yo: Vale, pues si hemos quedado con ella se va que algo habrá.

Viajecito de 20 minutos hasta Kreuzberg en U-Bahn. Llegamos al barrio, llegamos a la calle. Llamamos de nuevo a Rebecca.

Ouarda: Que dice la Rebecca que aquí en Kreuzberg no hay clubs, y ella está en un bar de ambiente (Ganas de matar aumentando).
Marco: Pues vamos al Watergate o al Weekend.
Yo: Ainss, vale.
Mireya y Sara (no lo dicen pero lo piensan): Sois gilipollas y nosotras más por seguiros hasta el puto Kreuzberg pa ná.

Viajecito de vuelta al mismo puto sitio de antes. Más de una hora perdimos, dando vueltas como idiotas por Berlín sin saber a donde ir. Marco sugiere finalmente el Weekend. Las chicas están cansadas. Dos se rinden a la evidencia de que es tarde para ir a un club. Marco debe tener sangre aragonesa, y los dos, cabezudos como mulas, nos fuimos al garito.

¿Por qué, a las tantas de la madrugada, dos tipos que no saben bailar se van a una discoteca que cuesta 12€ la entrada? Porque esa discoteca es la Weekend, situada en los pisos 12 y 15 de un edificio de oficinas de la RDA en Alexander Platz. No quiero intentar describir lo que es estar allí, rodeado de cristaleras mientras bailas y ves todo Berlín. Solo que si estas de visita por la ciudad, no debes perdértelo (ojo, los domingos es de ambiente).

Esta foto es en verano. Pero dentro las vistas son igual de magníficas.

Volvemos para casa en el tranvía, cansados. Ha sido un largo fin de semana. Reflexiono en cómo ha cambiado mi vida aquí, las experiencias que estoy viviendo y los nuevos amigos que he hecho. En unos días estaré de vuelta en Zaragoza. Tengo ganas de volver a ver a mis amigos y la familia. Volveré en enero a Berlín.

Aquí termina mi especial de cuatro artículos sobre mis fines de semana. Me doy cuenta que solo os hablo de bares, discotecas y fiestas en el blog, pero un Erasmus es mucho, muchísimo más. No lo quiero compartir escribiendo. Lo compartiré, como debe ser, con un par de cervezas y una buena conversación por delante.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Viernes español, muy español

Este es el tercero de cuatro artículos que estoy escribiendo sobre lo que he hecho esta semana, del miércoles al sábado. Son anécdotas reales de esos días, tal vez no muy interesantes, pero que permitirán al lector hacerse una idea de lo que es mi vida en Berlín.

Pipiripí, pipiripí decía mi despertador a las 11 de la mañana. Confusión. Los viernes no tengo clase ¿para qué puse el despertador? ¡La embajada!

Hace unos días una querida amiga nuestra (¡Un beso Nayade!) tuvo un problema bastante gordo. Perdió la cartera con toda su documentación salvo el permiso de conducir. Fue a la embajada, y allí le dijeron que gracias por la visita, pero que si quería pasaporte nuevo tenía que esperarse dos meses, y en todo caso le daban un salvoconducto para volverse a España. Menuda movida. Sin DNI ni pasaporte ni tarjetas de crédito, en el banco te dicen que nanay de tu dinero, y el bono de transporte es inútil porque no tiene foto. Decidimos los demás ir a la embajada española a registrarnos como residentes extranjeros por si acaso nos pasaba lo mismo y tener las espaldas un poco más cubiertas.

Así que nada, a las 12 que quedamos para ir pará allá. Lo que menos hemos aprendido de Alemania es la puntualidad, y después de cruzarnos media ciudad, llegamos a la 1:10, diez minutos exactos después de la hora de cierre.

"Somos gilipollas"

Vamos a la plaza de Zoologischer Garten, o del parque zoológico de Berlín. Allí se encuentra la iglesia de Kaiser Wilhelm Gedächtniskirche (iglesia del recuerdo del káiser Guillermo), la cual es muy famosa en la ciudad y todo un icono de la reconstrucción después de la guerra. Fue terminada en 1895, pero destruida en gran parte durante la Batalla de Berlín en 1945. Tan solo resistió la torre principal, y así en 1951 se decidió, en vez de reconstruir la antigua iglesia, hacer una nueva al lado de cristal. Visita obligada en Berlín, ya que dentro de lo que queda de la antigua hay un mini museo sobre la historia de la Gedächtniskirche.

Además, al ser una gran plaza, montaron un mercadillo navideño, vendiendo los pastelillos típicos de aquí, pingos y Glühwein, vino caliente con especias que se toma en Navidad.

A comer al Hard Rock Cafe ya que estamos aquí. Supongo que casi todo el mundo conoce esta cadena de restaurantes, que sobresalen por su cuidada decoración, su estilo gringo y sus precios. El sitio es caro, pero oye, no siempre te comes una hamburguesa de un palmo rodeado de fotos de los Sex Pistols, una guitarra firmada de los Kiss y el corsé con farolillos de Madonna. Ich bin americaner. Unas afotos:


Hard Rock Cafe


Kiss

Y después de comer ¿qué es lo que mejor sienta? Algunos lo habrán adivinado, pero como tampoco era plan, decidimos mejor pasarnos por el Museo Erótico de Berlín, que total estaba al lado.

No mis queridos amigos, no voy a poner fotos de dentro. No porque lo considere incorrecto, sino porque los 9€ que nos pedían a la entrada, después de habernos dejado ya 20 en el Hard Rock, nos lo hicieron pensar mejor y no pasamos de la tienda. Ahora, menuda tienda.

Museo Erótico

Vuelta a casa. Las chicas tienen una gran idea. Si la última Corridor Party estuvo muy bien ¿por qué no repetirla?

Y así, una vez más, acabamos en el cuarto de Ramón, un colega gallego, gritando, cantando, bailando, saltando y bebiendo. Yo, que ya me hago viejo, me fui a las 4, pero la cosa duró hasta las 6. Dios bendiga al Youtube y los vídeos de Los Manolos.

Una vez más, al volver a casa haciendo eses, tuve la sensación de que esto se me va de las manos. Ya veremos que hacemos mañana.

Jueves cultural

Este es el segundo de cuatro artículos que estoy escribiendo sobre lo que he hecho esta semana, del miércoles al sábado. Son anécdotas reales de esos días, tal vez no muy interesantes, pero que permitirán al lector hacerse una idea de lo que es mi vida en Berlín.

Esta mini serie de post está patrocinada por Cervezas Warsteiner. ¡Ponte Warsteiner!

 
Con esfuerzo sobrehumano me levante el jueves para llegar a tiempo a clase. Paquete de termalgines al bolsillo, botella de agua a la mochila y chicles para el aliento. En clase se me habría confundido con un zombi con gorra. La muchacha que estaba haciendo una presentación sobre NAFTA me echaba esas miradas sugerentes, esas miradas, que con solo un segundo te dicen "eres escoria de la sociedad". Afortunadamente mis amigos canarios son más comprensivos y me acogieron en mi deshumanización para acompañarme a comer. 

Como mi querido lector (o mi aún más querida lectora) ya habrá podido adivinar, un día que empieza de esta manera está abocado a tropezarse con las leyes de Murphy a cada paso. No llevaba ni cinco minutos comiendo cuando apareció la primera.

Llamada de teléfono, es Thilo, un compañero de un trabajo. Las últimas semanas quedábamos a la 1 los jueves para comer y preparar unas presentaciones que terminaron la semana pasada.

- David, llegaré un poco tarde a la cafetería.
- Me parece estupendo (¿De qué está hablando?).
- Ok, pues así seguimos con el trabajo. (¿Seguiremos???? la próxima presentación es el 22 de Enero, y la tenemos casi lista!!!!).
- ¿De qué cojones hablas Thilo????
- Bueno, que como quedábamos todos los Jueves a la 1, pues...

Tócate los webos y baila. El tío ya había pillado la marcha de quedar todos los jueves a la misma hora, así que ¿qué importa que no haga falta? Nuestros germáñicos amigos son gentes que aman las costumbres, y siempre están buscando nuevas y emocionantes experiencias con nuevos hábitos. En fin, en el momento me tocó bastante los cojones porque pensaba colarme en una sala con sofás y echarme una siesta hasta la hora de la siguiente clase. La otra chica del grupo no vino, como es natural, así que tuve que aguantarlo 2 horicas y media.

Empieza la segunda clase. Aquí las clases no son de 50 minutos como en España. Si una asignatura tiene 5 horas semanales de clase, las 5 horas se dan del tirón. Perfecto para mi resaca que ya estaba contraatacando. Bueno, unas horas más y a dormir a casa pensé.

Se giran unas compañeras de clase: "David, ¿te apetece venirte a ver museos hoy? Es gratis". Madre, no me enseñaste a decir "no" a las mujeres.

Pues ala, al Bode Museum, que data de 1904 y si no tiene 5.000 m2 ni bien ni mal. El sitio es increíble, todo hay que decirlo. Es una exposición de esculturas, arte bizantino, monedas y medallas. Encontré 10 o 15 monedas de la Corona de Aragón muy chulas. A ver qué os parecen las afotos que tomaron los de Google:



Y aquí servidor:

Bode
Total, que salimos encantados del museo y buscamos un sitio para cenar. Restaurante Indio, que es muy Alemán y muy bueno para un estómago descompuesto y de vuelta para casa a las 10.

Ya estaba entrando por la puerta cuando me llama Álvaro.

- Quillo, pásate por mi cuarto, que estoy organizando una timba y de paso me comes la polla.
- Va, me paso pero no te pienso comer nada ni beber nada, que estoy muerto.

Liada. Liada liada liada. A las 11 ya estábamos en su piso el 90% de los españoles (unos 10 o 12) más Javier, de la delegación de México, y su guitarra. No vinieron los vecinos de arriba, sino los del siguiente piso, a decirnos que habían llamado a la policía porque no les dejábamos dormir.

Y entonces servidor, que de repente se sentía revitalizado por unas cervezas frías, tuvo una iluminación:

- Veniros para mi cuarto, que mis vecinos pasan de todo.

Buenooo. Hasta las 4 de la mañana cantando a pleno pulmón éxitos de la música española, desde el Tractor Amarillo hasta "Vacaburra". Tengo en el ordenata una hora de vídeos de nosotros haciendo el ganso. Aquí Javier y Stairway to Heaven:

Lo más curioso de todo fue que pese a todo nadie vino a quejarse, y no tenéis ni idea de la bulla que armamos. Por cosas como estas te echan de la residencia sin miramientos. Tan solo encontré esto a los dos días en el pasillo, pero no en mi puerta. Así que puede ser que esta pobre gente no supiera de donde venia tanto ruido.

Read Your Lease

Me queda por contaros el viernes y el sábado.

Actualización: Me dice Álvaro que la policía finalmente fué a su casa... cuando ya estábamos en la mía. Uf. Encima de no poder dormir, se quedaron como idiotas. Lo cierto es que me dan pena, no están preparados para los españoles.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Miércoles parrandero

Este es el primero de cuatro artículos que estoy escribiendo sobre lo que he hecho esta semana, del miércoles al sábado. Son anécdotas reales de esos días, tal vez no muy interesantes, pero que permitirán al lector hacerse una idea de lo que es mi vida en Berlín.

Todo está confuso en mi mente. Esta semana está siendo de infarto, y aún le quedan dos días. Tengo que hacer la presentación del jueves. No he podido actualizar el blog todo lo que me hubiese gustado. Creo que ayer bebí demasiado, de nuevo...


Esta semana pasada dos compañeras de clase me comentaron que querían ir a la Winery, el sitio ese que bebes y pagas lo que quieras. Era un buen plan para el miércoles, tomar unos vinillos y tener una conversación grata con amigos. Se nos unirían un par más, y ya teníamos organizado el grupete.

La verdad es que el sitio mola, me empiezo a aficionar, pero tiene el "problema" de que es muy concurrido, y la gente habla muy alto. Este detalle, que para cualquier español pasaría desapercibido, resulta muy molesto para quién no viene de la piel de toro.

Al rato nos fuimos. Serían las 11, buena hora para volver hasta Biesdorf. Pero he aquí Rebecca, una compañera de clase alemana, nos comenta que podemos ir al albergue en el que trabaja, que tiene bar y que nos harán precio. Sólo quién no haya estado jamás en un albergue juvenil rechazaría una propuesta como esa.

Vistas desde el albergue

Una cerveza y charla amena con los nuevos amigos. Dos cervezas y empiezan los chistes mal traducidos al inglés-alemán. Tres cervezas y ya se te olvida que aún tienes que volver a tu residencia que está a 10 km y que al día siguiente tienes clase obligatoria. Cuatro cervezas y comienzas a mostrar todos los bailes que aprendiste de Juan y el Presi. Cinco cervezas y gritas desde la terraza a 0ºC en camiseta que este frio es para nenas. Seis cervezas y eres el rey de la fiesta.

Definitivamente, la vuelta a casa va a ser traumática. Necesito reinsertarme en la sociedad. Unas fotos cortesía de Ouarda (merci!):





Por supuesto que tengo más cosas que contaros, darme un poco de tiempo para que me recupere. A ver si mañana publico otra vez.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Concierto The Offspring

Ayer asistí al "Extreme Playgrounds Berlin 2008", en el velódromo de la ciudad. Es uno de esos festivales de skate y BMX urbanos con conciertos que hacen cada año aquí.

La entrada nos costó 20€, y empezaba a la 1 (un poco pronto para mi resaca, pero bueno). El programa constaba de 4 categorías de competición: dos de BMX y dos de skate, una de cada en pista urbana indoor y en vert (plataforma en U).

Nunca había visto una competición de este tipo en vivo, y son bastante impresionantes. Me gustó particularmente la de pista urbana, con los concursantes dando saltos entre plataformas, giros de 360º grados y volteretas en el aire a lomos de una bici o de tablas que parecía que la tenían pegada a los pies. Ahora, cuando se caían al suelo se metían unas galletas de campeonato y se levantaban al instante, a seguir dándole.

Tocaron 3 grupos: Sugarplum Fairy, No Fun At All y The Offspring. Los dos primeros pasables: Sugarplum Fairy son jovencicos y no lo hacían mal, pero No Fun At All me decepcionaron un poco. Ya los conocía de antes y no pensaba ni que estuvieran tan cascados ni que el cantante tuviera tan poca voz.

Pero amigos míos, The Offspring fue otra cosa. Tocaron más de 2 horas sin descanso, todo canciones del Ixnay, Smash y Americana, salvo 3 de los últimos discos. Casi les perdono el Conspiracy Of One por este recital. La peña se volvía loca, haciendo pogos en cada canción y coreando hasta la última estrofa de las canciones. ¿Quien dijo que los alemanes son sosos?

Molo un montón y nos lo pasamos de coña. Este artículo va dedicado a todos con los que desee ir a un concierto de los Offspring, os eché de menos ayer.

Bonus: pincha el link!

sábado, 29 de noviembre de 2008

¡Menudo Viernes!

(Jueves)

Yo: Ramón, ¿qué haces mañana?
Ramón: Tocarme los webos.
Yo: Vamos al concesionario de Mercedes ese que me dijiste.
Ramón: ¿Y los karts?
Yo: No me jodas.
César: Me apunto que yo también me iba a tocar los webos.
Yo: Va, mañana a las 11 en el parking.


(Viernes)

Al alba, y con un tiempo duro con viento de levante de 35 nudos... no, espera que me lio. Ayer quedamos para aprovechar la mañana visitando el concesionario de Mercedes (link recomendado) que hay en Tiergarten. Es un "pequeño" edificio donde albergan todos los modelos comerciales que tienen: todos.


Concesionario Mercedes de Tiegarten

Así que para allá que nos fuimos. Y bueno, el edificio que tienen en Munich mola, pero este mola más. Es un peazo de centro comercial solo de Mercedes, más grande que el Grancasa, con restaurante, bar, tienda de regalos, un ejército de azafatas y, sobre todo, Mercedes-Benz.

AMG

Dejando un reguero de babas por la exposición fuimos viendo desde los pedorros Clase-A hasta esos CL-Klasse que todos deseamos, pasando por los Clase-C, los SLK y esas maravillas de la turbo compresión que se apellidan AMG. No paramos hasta encontrar el SLR... bueno, realmente si:

El anterior

Situación: Cesar, Ramón y yo embobados mirando el coche de F1.

Azafata buenorra: ¿Queréis montar?
Ramón (gravemente alterado): ¿Como dicerrrr?
Azafata buenorra arrepintiéndose de habernos hablado: ¿Que si queréis montar, cohone?
Ramón (sin creérselo aun): ¿Es gratis?
Azafata buenorra turbada: Si.
Yo: ¡Me pido primer!

No tengo carné!

Así que nada, pequeño simulador montado en un antiguo coche de formula 1, dando vueltas alrededor del circuito de Canadá y envistiendo a Hamilton en cuanto se ponía a tiro.

Salimos del concesionario mientras aun nos temblaban las piernas, pero con unos cuantos libros mangados sobre las especificaciones del CL-Klasse V12. Cosa fina, oiga.

V6
Esta foto va dedicada a los frikingenieros. Siento que solo sea un V6

A continuación, la segunda iluminación del día.

Ramón: Oye David ¿Cuál era ese bar que te ponen un metro de cervezas?
Yo: Sígueme.

Nos plantamos en el Sony Center, dispuestos a comenzar a beber a las 3 de la tarde. Cuando ya nos estamos acabando las 8 cervezas que nos trajeron y estamos pensando en pedir otra ronda, dice César:

César: Oye chavales, que tenemos que pillar las entradas del concierto, y a las 7:30 es la Corridor Party del Lucas.

Casi se nos olvidaba. Estábamos tan obnubilados con los mercedes, la cerveza y las alemanas que cruzaban delante nuestro que a poco no nos acordamos de la Corridor Party.

¿Y qué cojones es eso? Pues que esta semana pasada fue el cumpleaños de Lucas (madrileño, 27) y de Marco (italiano, no sé cuantos hacia). Como en la residencia no hay ningún lugar común, y los del bar son unos imbéciles, estos decidieron quitarles la clientela organizando una fiesta en el pasillo donde vive Lucas.

Volvemos a la resi. Habían preparado la fiesta con unos 20 litros de cerveza y 15 de calimocho más lo que la peña fue trayendo, que fue bastante por cierto. Tengo que reconocerlo, se lo montaron bastante bien para superarme, y lo consiguieron. A eso de las 10 había como 50 personas armando jaleo, bebiendo hasta reventar, fumando y cantando. A las 12 se nos ocurre que ya va siendo hora de ir a algún bar si no queremos ver a la policía.


Corridor Party


Maños


Niñas del corridor party!
Digan lo que digan, no hay más chulas que las españolas

Total, que nos vamos para la zona de Warschauer Strasse, donde están los garitos esos alternativos tan famosos, y nos encontramos como 15 lecheras de la Polizei y nos 100 maderos, cortando todas las calles y echando a la peña. Tócate los webos.

Álvaro: ¿Qué cohone hacemos ahora?
Yo: Vamos al Matrix que está aquí al lado.
Lucas: ¿Está bien el garito?
Yo: No. Está bien montado pero la música es una mierda, aunque está lleno de guarras
Lucas: Vamos pues.

Sin más dilación nos vamos al Matrix, una discoteca que sin ser ni por asomo de las mejores de Berlín, le da mil vueltas a los pubs y pseudo-discotecas de Zaragoza.

Por aquel entonces habíamos perdido a la mayoría de la gente de la fiesta. ¿Qué hacen 8 españoles en una discoteca en Alemania?


Matrix


A las barricadas!

Sobran las palabras.

(Sábado, hoy)

Yo: Puta resaca…
Ramón: Puta resaca…
Kike: Puta resaca…
Lucas: Puta resaca…
Yo: Pero hay que joderse lo bien que lo pasamos ayer.

Kike jarl!

martes, 25 de noviembre de 2008

Reinheitsgebot

Reinheitsgebot es (o era más bien) la "Ley de pureza" de la cerveza alemana. Como sabe todo el mundo, Alemania es la capital de la cerveza, donde existen más de 5000 tipos y marcas diferentes.

Esta ley fue instaurada por el rey duque Guillermo IV de Baviera en 1516, donde especificaba que para que una bebida pudiera denominarse "cerveza" debía obtenerse únicamente de agua, malta de cebada y lúpulo (a las de trigo se les tiene que añadir la etiqueta de Weißbier). La verdad es que también se necesita levadura, pero como no estaba descubierta, la obviaron en la ley. A Guillermo IV le salió bien la jugada: poseía el monopolio de la cebada por aquel entonces.

El caso es que esa ley se acabó aplicando por toda Alemania, y fue aplicada por todas las compañías cerveceras, extendiéndose el mito de que la cerveza alemana es la más pura y natural.

Otra cosa más a celebrar el día de San Jorge: ¡el día de las cervezas alemanas!

Pero como en todo, aquí también acabó jodiendose la tradición: en 1987 en Tribunal de Justicia de la Unión Europea hizo derogar al estado alemán la antiquísima ley de la pureza por entrar en conflicto con los artículos relativos al libre comercio entre los estados miembros: debían permitir a los exportadores extranjeros vender sus propias cervezas en Alemania llamándolas "cerveza", y una cerveza podía contener en su elaboración cualquier otro ingrediente permitido en cualquier otra bebida, como el azúcar.

No obstante las compañías cerveceras siguen elaborando sus cervezas según la ley de la pureza bávara, y la misma sentencia que les arrebató su tradición, les ha permitido exportar al resto de países de la unión, para que no solo los alemanes puedan disfrutar de una buena Paulaner, Erdinger, Berliner, Löwenbräu, Jever, Flensburguer, Wasteiner, Holsten, Franziskaner, Weihnachtsbier, Louny, Henninger, Bärenpils, Becks, Veltins, Stenburg, Bitburger, Retter Bier, Bergadler, Radelburg, Oettinger, Lübzer, Altenmünster, König Pilsener, Schöfferhofer, Schultheiss, Duckstein, Wernesgrüner, Störtebeker o Krombacher, por poner unos pocos ejemplos.

Así que amigos, la próxima vez que tengáis una cerveza alemana en las manos, acordaos de la tradicional Reinheitsgebot. Prost!


Actualización:
Guillermo IV de Baviera (13 de noviembre de 1493 - 7 de marzo de 1550) fue duque de Baviera entre 1508 y 1550, junto con su hermano Luis X, que fue duque entre 1516 y 1545.
¡Gracias Juan por la corrección! (Nota mental: no fiarse tanto de la wikipedia).

sábado, 22 de noviembre de 2008

S-Bahn Party

En menuda movida nos metimos ayer. Quedé con Lucas, un colega madrileño de la resi, para irnos a echar una cerveza al barrio de Kreuz-Berg, a ver si encontrábamos algun garito heavy. De camino me comenta que había esa noche una "S-Bahn Party", que se había enterado por un amigo de un amigo. Como ya escribí, la S-Bahn es el servicio de cercanías de Berlín. Tiene una línea (de hecho son dos, que va en doble sentido) llamada "Ring", algo así como el circular de Madrid, que da vueltas en redondo alrededor de la ciudad: el S41 para ir en el sentido de las agujas del reloj, y el S42 para el contrario. Es muy divertido, porque a casi todo el mundo le ha pasado alguna vez el quedarse dormido dentro y al despertar no saber donde estás.

Esta es de otro día, pero se puede hacer idea.

El caso es que esta noche habían organizado esta S-Bahn Party, que consiste en quedar con la gente a lo largo de las paradas e ir subiendo con bebidas y tal. Nadie sabe de donde surgen ni quien lo hace, tan solo se empieza a correr el rumor y la gente acude. La peña lleva carritos de la compra hasta arriba de priba, radiocasetes antiguos para la música y muchas otras cosas que no se deben mencionar. Nuestro punto de reunión: Ostkreuz (cruce del este) a las 12 de la noche. Al llegar ya estaba hasta arriba de gente ya medio o moco del todo. Bueno bueno, cuando llegó el tren se armó la de la marimorena, que ya venia hasta el culo de gente. Nos metemos y empezamos a saltar, a cantar (nuestros amigos guiris de la resi ya se saben la de "alcohol alcohol" gracias a la delegación española XD), a beber, a fumar... Había peña de todos lados, con todas las pintas imaginables (muchos españoles también, of course). Nos lo estábamos pasando en grande cuando nos damos cuenta que llevamos media hora parados en la estación y la policía antidisturbios nos esta desalojando del tren! Así que ahí se quedo mi S-Bahn Party. Al menos no tuve que comprobar que pasaba si querias ir al baño.

Os dejo un vídeo del youtube (doblado al alemán, para que no se pierda nadie) con una de hace un par de años.

Estan locos esos alemanes!

viernes, 21 de noviembre de 2008

Vattenfall insights

Ayer estuve en Vattenfall Insights 2008, un evento que organiza la empresa Vattenfall una vez al año para captar nuevos empleados cualificados.

Vattenfall es una empresa sueca de producción de energía eléctrica y calefacción, siendo la mayor del sector en el Noreste de Europa, con presencia en Suecia, Finlandia, Dinamarca, Polonia y Alemania. Aquí tiene como 20.000 empleados y solo en Berlín unas cinco plantas de generación. La mayor parte del negocio de producción suyo se basa en energías fósiles, en especial carbón, pero también energía nuclear e hidroeléctrica.

Lo de ayer fue un evento diseñado para presentar a futuros candidatos a trabajar con ellos cómo funciona la empresa, cómo son sus instalaciones y sus proyectos, planes de futuro, política empresarial etc.

Me llegó la noticia de una compañera de clase, que me comentó que andan como locos buscando ingenieros. Es un problema bastante grave aquí en Alemania la falta de personal cualificado. La cámara de comercio alemana dice que en el año 2014 se estima que el déficit de personal será de 95.000 ingenieros y 135.000 especialistas en ciencias naturales. Animaos a estudiar alemán. El caso es que esta chiquilla, que tiene una amiga trabajando en Vattenfall, me pasó un link a la web para inscribirme, aunque me advirtió que todo sería en alemán. No pasa nada, me sobran huevos pensé.

Así que ayer me planté en la entrada de su edificio principal, una nave del siglo pasado que aún produce energía eléctrica del carbón, situada al norte pero dentro de la ciudad, al lado de un canal del Spree de donde le traen el material. La cosa iba a durar de 10 de la mañana a 7 de la tarde. Mejor armarse de paciencia y de un puñado de copias de currículos.

Total que entro y paso al puesto donde controlan los que venían."Su tarjeta de invitación por favor" me piden, y yo "pues mire, es que hice la inscripción por internet y no tengo ninguna tarjeta" "Keine problem, pues su número de identificación" "Emmm, creo que en el email me pusieron 274..." "¡Ah! muy bien ¿te llamas Hans?" "Pues no, me llamo David..." "Keine problem. Perfecto". Y va la tía, me apunta mi nombre detrás de la hoja de las listas y pa'dentro. Algún día tengo que comentaros lo que se fían de ti aquí en Alemania si vas de buena fe. Me da la bolsa de bienvenida (¡con una memoria USB de 2 Gb!) y paso al buffet. Bueno bueno, ahí se estaba poniendo la gente morada de comer con cafés, zumos, té, montaditos de todos los tipos, fruta, tarta... Y todo gratis, oiga.

Empiezo a darme una vuelta por ahí y todo cristo hablando en alemán. Va siendo hora de ponerme las pilas. Veo una mujer con pintas de sudamericana "Entschuldigung, Woher kommen Sie?" "Venezuela" ¡Salvado!. Pues allí que me puse a hablar con la señora esta, una bióloga venezolana que llevaba 6 años en Alemania, casada y con una cría. Fue mi intérprete el resto del día.

Me comentó que lo primero que íbamos a hacer a las 11 eran excursiones por las plantas de generación, que fuera a apuntarme porque las plazas eran limitadas. Voy al puesto, y como la que iba ella ya estaba llena, me apunté a otra así al tuntún. Salgo fuera a coger el autobús y, como suele pasar en estos casos, me equivoqué. No pasó nada, solo que fui a otro sitio distinto. El caso es que un gacho me preguntó no-se-qué, y le respondí en inglés. Va el tío y me espeta "Ey, where are you from?" "I'm from Spain" "Wow, nice to meet you! My name is Hans!" (¿No será el mismo Hans que antes?). Total, que el tío era un cachondo y no se separó de mí en todo el viaje, contándome que se hizo un viaje de 6 semanas por España con unos colegas y se lo pasó de puta madre. Al menos tenía otro intérprete.

Visitamos la central de generación de agua caliente para calefacción de Postdamer Plaz. Producían 2600 m3/h, lo cual no está nada mal. Utilizaba para ello un ciclo de absorción con bomba de calor, sacando el calor del rio Spree, que está a una media estos días de 6º.



Cuando terminó la visita nos fuimos de vuelta a la central, y como era sobre la 1, nos habían preparado otro buffet: macarrones, ensalada de queso, kartoffelsuppe, bulettes, salchichas, mas montaditos... "No vamos a dejar ni las raspas" me suelta Hans. La gente volvía a ponerse morada a comer. Parecía España. Ya no dejaron de sacar comida hasta el final del día, y aquello era un no parar. 

Me volví a encontrar con mi amiga venezolana. Me contó que había hecho una entrevista y le fue bien. Cuando le preguntaron sus expectativas económicas, ella dijo que 30.000 € al año estaría bien. Y le contestan (atención a esto) que eso es muy poco, que una persona de su cualificación en el puesto que le ofrecían no gana menos de 50.000 al año!!!!! Casi se me salen los ojos de las órbitas cuando me lo dijo!

Fuimos a un par de charlas más, una sobre un proyecto de capturar el CO2 de las chimeneas, guardarlo en tanques, llevárselo a Hamburgo (congelado en forma de hielo seco, no te lo pierdas) e inyectarlo en unas fallas en el suelo. Fue una lástima que no supiera preguntarles en alemán si no se podían meter el CO2 por el culo en vez de hacer esa aberración, pero bueno. Terminó con otra sobre la energía nuclear, lo limpia y maravillosa que es. Ahí ya los alemanes empezaron a hacerle preguntas más peliagudas. Me reí bastante.

Al final la cosa estuvo muy bien. Comí gratis, me regalaron un pincho USB, estuve en charlas de ingeniería, visité las fábricas, conocí a un pirado alemán, dejé mi currículo y me pidieron que les llamase para hacer el proyecto con ellos, pero en alemán. Tendré que pensármelo, porque 50.000 al año son 50.000 al año.


miércoles, 19 de noviembre de 2008

Las becas Erasmus

Las becas Erasmus explicadas en Mundo Viejuno:

"Las becas Erasmus son unas becas que los estudiantes cogen para tocarse los cojones y pillarse ciegos a costa de la universidad. Esto es así".

"Beben mucho, aprenden poco y follan menos de lo que dicen".

domingo, 16 de noviembre de 2008

¡Por fin!

Me cuesta escribir con toda la resaca acumulada de este fin de semana, pero esta entrada lo merece. Después de 2 meses en Berlín (¡como pasa el tiempo!), por fin encontré lo que llevaba buscando desde que llegué: ¡un bar de rock en directo!

Berlín no es que sea la capital del la música en directo como otras ciudades, pero aún así esperaba cierta oferta. La cantidad de conciertos de grupos famosos supera con creces a Zaragoza, pero así también sus precios: 70€ por entrada de grupos como Franz Ferdinand, ni quiero hablar de Whitesnake o Judas Priest. Algo desanimado ya por esto, y por haberme perdido el concierto de Metallica la semana que llegué aquí (ahí si que hubiese pagado lo que me pidieran), empezamos a mirar garitos de música en vivo.

Y así, después de algún que otro intento frustrado, por fin el viernes encontré el Black Box en google. Sin tener ni idea de lo que nos podiamos esperar, un par de llamadas de teléfono cribaron los que realmente teníamos ganas de rockanrolear. Viajecito en S-Bahn hasta Tiegarten.

Al llegar al garito nos encontramos que su local es un hueco debajo de las vías del cercanías. Buena señal, no hay que preocuparse por atronar a los vecinos. 5 € de entrada y pa'dentro. Bar más cutre a no poder ser, pero con mesas altas y sofás. Pillamos la esquina y unas buenas cervezas de trigo de 1/2 L. 3'50 €, caro para ser Berlín. Sale el grupo. El dueño del local, un tipo en traje negro con pintas de vieja gloria del soul nos hace un speech en inglés (WTF!) para darnos la bienvenida a su bar, agradecernos el haber venido y presentar a la banda: "The Rock".

Comienzan a tocar. En esos momentos siempre temes que el grupo pueda ser una panda de nenas o unos pirados del death metal (o unos flipaos de mezclar techno con todo). Unas notas desgarradas del solista de 150 Kg nos hacen respirar aliviados, para a continuación caer en el éxtasis de estar escuchando, por primera vez en mucho tiempo, rock & roll en directo.

The Rock no es una banda conocida, ni siquiera son buenos. Son un grupo amateur, con su típico guitarrista cojonudo y otro más normalito, pero que tienen muchas ganas de tocar buena música y de divertirse ellos y al público. El show duró desde las 10 y media hasta pasadas las 2, cuando ya no quedaban en el bar más que sus novias y nosotros, cantando a pleno pulmón los coros de Sympathy for the Devil. Al final nos hicimos una foto con ellos y todo. (No es para menos, habíamos estado dando la nota desde la segunda canción).

Un buen local, buena música, buenas cervezas y buenos amigos. La noche no podía fallar y no defraudó. Otro sitio para anotar en la lista.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Der Ampelmann (el hombrecito del semáforo)

Hoy he cambiado la cabecera del blog, y me gustaría escribir sobre esos monigotes que he puesto.

En 1961, el psicólogo Karl Peglau creó al Ampelmann o los Ampelmännchen, los muñequitos de colores de los semáforos de peatones de la República Democrática Alemana. Desde entonces se han convertido en un símbolo en las antiguas ciudades de la RDA que aún hoy se conservan. Berlín está lleno de estos pequeños monigotes, que incluso se pueden encontrar "importados" en semáforos de Berlín Oeste.

Y bueno, resulta curioso que después de la reunificación una de las pocas que se "salvaron" del antiguo régimen comunista fuera este simpático peatón, que sigue indicándote, con paso enérgico, cuando puedes cruzar la calle. Hoy es todo un icono en Alemania, y puedes encontrar toda clase de productos sobre el Ampelmann en las tiendas de regalos para turistas. Paradójico cuanto menos una vez que conoces su origen.

Un poco de información en la wikipedia.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Bares que molan: 7ª parte

Unos pocos privilegiados pudieron compartir conmigo lo que es un Biergarten. Y aunque no sea lo mismo, de todos vosotros me acordé cuando fui a mi último descubrimiento en Berlín: Lindenbräu.

El bar esta decorado como una cervecería con la destileria en el centro, que gobierna todo el local, atravesando las dos plantas. Su especialidad: cervezas y comidas típicas alemanas. A mi particularmente me gustó el metro de cervezas, que consiste en una tabla de madera de un metro de largo con 8 cervezas de 0,2L de cuatro tipos diferentes: 2 Berliner Kindl, 2 Pilsener, 2 Weißbier (de trigo) y 2 Berliner Wieser, que es cerveza con sirope de fresa.

Metro cervecil
No bromeo

Quien vaya a Berlín que no deje de visitar Lindenbräu, en el Sony Center de Postdamerplaz

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Si fuera España

Ayer estuve en un bar muy curioso que me alegré de conocer. El sitio en si es como una cafetería, decorada con sofás viejos y mesitas, donde pagas 1€ por entrar y te dan una copa vacía. De unas botellas de vino que hay en una mesa tu te vas sirviendo el que gustes (había un Rivera de Duero y un Monte Armantes de Calatayud muy buenos). Y si tienes hambre puedes tomar pasta y ensalada (¡con pan!) de un buffet. El ambiente era muy bueno, con grupetes de amigos y parejitas.

Pero aquí viene lo mejor: cuando te vas, para pagar, solo echas en una gran copa de cristal el dinero que tu creas conveniente que debes pagar, a tu propio criterio, como si quieres poner 2 o 20€. Si ese bar estuviera en España...

Pergamo Museum y Luftwaffe Museum

Esta semana pasada ha sido de infarto, por muchas cosas, y también porque vinieron a visitarme mi padre y mi madre.

Era su primera visita a Berlín, y tenía por delante la ardua tarea de entretenerlos durante 6 días, disimulando el poco alemán que he aprendido y el alcohol ingerido, amén de otras cosas muy interesantes que he vivido aquí.

El caso es que tire por lo fácil: museos. Habiendo mas de 170 en Berlín, alguno habría de gustarles. Los que conozcan a mi madre sabrán que le chiflan. Así que después de los primeros dias de turismo estándar (puerta de Branderburgo, Reichstag, Alexanderplatz, etc) era hora de la joya de la corona de Berlín: Pergamo Museum.

Francamente, no tengo palabras para describir este museo. Solo deciros que primero llevaron las obras de arte, y luego construyeron el edificio. La entrada 8€, 4€ si eres estudiante, y la audioguía en español esta incluida. Aquí os dejo un enlace a la wikipedia y unas fotos:

Altar de Zeus

Mercado de Mileto

Puerta de Istar (la de Nabucodonosor II)

Además de este museo, tenía otro en mente: Luftwaffe Museum, o museo de la fuerza aérea alemana. Este ya para mi padre, que es más de avioncicos.

Para ir es tan sencillo como viajar en S-Bahn hasta Spadau (como Movera para Zaragoza, solo que significa media hora en tren), de ahí un autobús hasta Gatow (el cuarto aeropuerto de Berlín) y luego 1150 metros andando hasta dicho aeropuerto, que es el museo en si.

No esperéis muchos aviones de la segunda guerra mundial: solo tenía un Me 109 y un par más, el resto de los 100 aviones que había en el museo eran reliquias de la guerra fría: mucho MIG y mucho Starfighter.


Luftwaffe museum
No obstante no dejo de recomendárselo a cualquier aerotranstornado amante de los cazas y los helicópteros, ya que la entrada cuesta el módico precio de 0€.
Al final se fueron contentos con la ciudad, se quedaron tranquilos de verme, y me dejaron volver a las andadas...