jueves, 30 de abril de 2009

Nueva visita

Tengo que reconocer que cuando en septiembre todo el mundo me decía que me iba a visitar, no creí a nadie. Y ahora tengo más experiencia hostelera que otra cosa. Los últimos en visitarme han sido Israel (en fase de cambio de nombre) y Nacho, que vinieron el miércoles pasado hasta el domingo. Esta es su historia.

Llegaron un nublado miércoles abrilesco a Berlín después de haber dormido no más de 3 horas en las últimas 24, pero bajando del avión al grito de ¡fiesta!

Lo primero lo típico de Berlín: Alexander Platz, Unter den Linden, Puerta de Branderburgo, y también Lindenbräu. Se empezaron a empapar de la atmósfera berlinesa.

Israel y Nacho en la catedral

Al día siguiente un poco de turismo de museos sin mí, que tenía que ir a hablar del proyecto con mi profesor, y luego a visitar el estadio del Hertha BSC, el equipo de fútbol de la ciudad que juega en el antiguo estadio olímpico. Este estadio fue construido en principio para las olimpiadas de 1916, que fueron anuladas debido a la primera guerra mundial. Más tarde, en 1936, se remodeló el estadio más a gusto del que mandaba por aquí en ese momento, donde Jesse Owens se hizo famoso por ganas los 100, 200 y 400 metros lisos.

Estadio Olimpico

Y ya por la noche, a dar una vueltecita a tomar unas cervezas. Mi amigo Marco también se había traído unos amigos, así que fue una reunión un tanto extraña: conversación en inglés, alemán, italiano, griego y español en una misma mesa.

Locura

El viernes tocaba fiesta Erasmus. Primero barbacoa en mi antigua residencia. Fuimos al súper a comprar cervezas.

Yo: Muy bien, pillamos algo de carne y unas cervezas
Nacho: Ok. ¿Cuántas cervezas pillamos?
Yo: No muchas, una caja de 20.
Israel: Pero animal, que son botellas de medio litro ¿no son muchas?
Yo: Tú hazme caso.

Cayeron las 20. Israel se metió entre pecho y espalda 8.

Luego a la disco, que había una fiesta de bienvenida para los estudiantes Erasmus de la Humbodlt. Es otra universidad, pero a estos les dio igual como se puede ver en esta foto donde Nacho se arrima a una alemana (o viceversa, no se).

Fiesta Humboldt

Al día siguiente, sábado, la cosa pintaba más tranquila. Más que nada por la resaca de los innumerables litros de cerveza y, según Nacho, un único chupito de Jägermeister. Sea lo que sea, me los llevé a bares típicos de Berlín en plan tranquilito en terraza.

Se fueron el domingo por la mañana, reventados de un fin de semana de 4 días de infarto. Yo por mi parte sigo mejorando mis habilidades como guía turístico. Estoy por hacerme profesional.

Para terminar, la anécdota. Les mandé el viernes por la mañana a que me hicieran la compra, que yo estaba liado. Les encargué tres cosas: café, azúcar y cerveza. Me trajeron café para filtros, azúcar de hacer tartas, y cerveza sin alcohol. 2 ingenieros, capaces de poner un cohete en órbita, incapaces de hacer la compra. Donde vamos a parar.

Pisito de soltero

Primera visita guiada por mi nuevo piso. Un saludo compañeros del metal, que mañana es primero de mayo!

martes, 21 de abril de 2009

El choque cultural

Ya llevo viviendo casi tres semanas en mi nuevo piso, y pese a no tener internet, quiero empezar a contar cosillas.

Como algunos ya sabrán, estoy viviendo en piso que he alquilado en el barrio de Neukölln con dos alemanes y una chica turca. Es una extraña mezcla, ya que somos de tres países muy muy diferentes, formando un triángulo cultural, donde el nexo de unión soy precisamente yo, entre la cultura mediterránea oriental de Turquía, con la que tenemos más cosas en común de lo que parece, y la cultura noreuropea, donde también tenemos muchas cosas en común. En cambio entre ellos son como el día y la noche.



Son los pequeños detalles los que hacen la vida diaria, y ahí es donde encuentro las mayores diferencias. Quizás todos tengamos en la cabeza el tópico de que los alemanes son personas muy limpias y ordenadas. Tal vez, pero desde luego no más que los españoles. Llevé a casa un cubo y una fregona (tal vez uno de los mejores inventos españoles) y les sorprendió muchísimo. “Que guarrada, ¿no limpias nunca eso?“ „Tal vez no lo limpies tú“. En cambio ellos utilizan una mopa que se queda mas guarra que para qué cada vez que la pasan (pero ahora ya usan la fregona, si lo que vale vale). En cambio, por otra parte, les pareció que me pasaba tres pueblos comprando lejía para limpiar la cocina y el baño. Tuve que explicarles a estas alturas lo que es la desinfección.

Pero lo más divertido sin duda es el tema de la comida. Comen fatal estas gentes, no se como crecen tanto. Para desayunar se ponen morados a mermeladas de todos los sabores y colores sobre ese pan negro al que yo jamás me acostumbraré. A la hora de comer se hacen un yogurt con frutas y ya esta. Y para la noche ensaladas con especias, muchísimas especias. Le echan de esa mierda a todo. Un día me curré una salsa de tomate natural con cebolla, verduras, aceite, azúcar y sal. Esta mal que yo lo diga, pero me salió cojonuda. Y cuando se la pongo me dicen “no esta mal, pero le falta un poco de pimienta” Y van y me vuelcan el tarro de la pimienta encima del plato. Después de lo que me había costado cocinar la maldita salsa. Para matarlos.

Así que me puse manos a la obra y ahora les estoy enseñando las maravillas culinarias de la piel de toro: arroz a la cubana, pollo al ajillo, cocido, etc. Hace un par de semanas vinieron unas amigas de Giana, mi compañera de piso, a cenar. Me pidió que le ayudara y me dije “ahora verán lo que es bueno”. Menú: papas bravas con salsa brava y paella. Qué maravilla de salsa me salió. Estaban encantadas, mojando el pan sin dejar de decir lo buena que estaba una y otra vez. Tal fue así, que empezaron a echar la salsa de las papas encima de la paella. ¿Es o no es para matarlos?

sábado, 11 de abril de 2009

Walking by my barrio

Bueno, como aún tengo que terminar de montar mis cosas de mi cuarto, de momento os ofrezco unas fotos de mi nuevo barrio en Berlín, Neukölln.


miércoles, 8 de abril de 2009

Sol

Puede parecer tontería, pero llevamos una semana con cielos despejados, sol y buen tiempo. No me lo puedo creer, ya pensaba que no se acabaría nunca este invierno. Han sido 6 largos meses sin verte.

El Sol, visto con un telescopio

lunes, 6 de abril de 2009

FHTW

Tanto tiempo que llevo viviendo en Berlín y aún no he dedicado un artículo a mi facultad.

Mi universidad de acogida se llama (atención) Hochschule für Technik und Wirtschaft (HTW), que viene a significar “Escuela superior técnica y de negocios”. Hasta hace nada se llamaba Fachhochschule für Technik und Wirtschaft, y es con ese nombre con él que se la conoce: FHTW (se pronuncia algo así como efjatebe). De este tipo de escuelas técnicas, es la más grande y más longeva de Berlín. La universidad tiene estudios en ingeniería, empresariales, comunicación y diseño de moda.

Esta universidad tiene 5 campus: Campus Allee der Kosmonauten, Campus Blankenburger Pflasterweg, Campus Marktstrasse, Campus Treskowallee y Campus Oberschöneweide. Yo empecé en Treskowallee, que es donde di mis asignaturas de ADE que me dieron tantas alegrías, y ahora me han mudado a Marktstrasse (en Ostkreuz), que es donde tienen emplazado su centro de energías renovables y de lo que yo quiero hacer mi proyecto.

El ambiente universitario aquí es buenísimo. En cada campus tienen salas de relax con sofás y futbolines (imaginar los efectos de tener eso en España) y en el comedor (Mensa) se puede comer desde 2 €. Luego ya están las comodidades esperables: bar, wi-fi, salas de ordenadores, etc. No obstante, remarcar que aquí el comedor lo cierran a las 2 y la cafetería a las 5 y media de la tarde.

Las clases están muy bien. No estamos tan aglomerados como en la Universidad de Zaragoza, sino con 10 o 15 alumnos por clase (a veces más, pero raramente). El profesor pasa lista siempre y se conoce por su nombre a todos los alumnos, sobre todo a los Erasmus. Por otra parte, si una asignatura tiene, por ejemplo, 4 horas semanales de clase, las 4 horas se dan del tirón (con un descanso en medio). Vamos, que por cada asignatura solo tengo que ir una vez a la semana. Esto lo tienen pensando porque la mayoría de los alumnos combinan los estudios trabajando, ya sea de camareros o cosas por el estilo.

Pero me dejo lo mejor para el final. Hace no mucho fue San Pepe. Ni qué decir tiene que esa fecha me trae muy buenos recuerdos, pero también me vienen a la cabeza los carteles del Petriz y los policías con perros. A lo que voy es: aquí las fiestas universitarias las organiza y patrocina la propia universidad. No hay que pelearse ni con el rector, ni con la policía ni con nadie. Tan solo la propia secretaría, ayudada por la asociación de estudiantes, va organizando las fiestas a lo largo del cuatrimestre.

Por ejemplo, hace dos semanas fue la fiesta de bienvenida de los nuevos Erasmus que han venido ahora. Todos los estudiantes estábamos invitados y estuvo genial. Unas fotos:

Pimp

Scissor Siters

Yeah

PD: Desafortunadamente, volver a un campus de mi palo también tiene su lado negativo: vuelta a los frikis, vuelta a que no halla mujeres. Menos mal que solo tengo una clase a la semana.