lunes, 26 de abril de 2010

Online-bewerbung

Desde hace un tiempo me encuentro engrosando las lista del paro de Alemania. Sería motivo de orgullo y satisfacción si tuviera derecho a que me pagaran algo, pero no es el caso. De hecho lo que tengo que hacer es buscarme algo por aquí. Es emocionante meterse en el fascinante mundo de la búsqueda de empleo a través de internet.

Supongo que todas las grandes empresas tienen departamentos de recursos humanos a rebosar de gente que ha estudiado empresariales, ciencias del trabajo o cosas por el estilo, donde les enseñan métodos lógicos y eficientes para buscar nuevos empleados. Me imagino que esta pobre gente se habrá partido el culo delante de los libros, porque me descubro ante su gran labor.

Supongo también que cada mañana se reunirán y discutirán sobre cómo hacer que no les despidan sin tener que hacer su trabajo. Y no podría ser de otra forma, que un iluminado propusiera los formularios online. Cálculo que para ellos es el mayor avance desde que nos convencieron para hacer los currículums lo mas cortos y concisos posibles.

El caso es que cada vez que relleno un nuevo formulario por internet, me imagino que estoy haciendo una entrevista de verdad, y que voy contestando las preguntas que me van haciendo. Lo que pasa es que no son preguntas de verdad, sino campos a rellenar, con asteriscos y listas a elegir de lo más incompletas. Sería algo así (traducido al español):

Entrevistador: Buenos días. ¿Como debo llamarlo? ¿Herr o Frau?
Yo: Herr esta bien.
E: Muy bien. ¿Cual es su sexo?
Y: Oiga, pero no me ha preguntado ya si...
E: Por favor, conteste la pregunta ¿no ha visto el asterisco?
Y: Como quiera. Masculino.
E: Su nombre por favor.
Y: Fulanito de la Fuente Planapan.
E: ¿Y sus apellidos?
Y: Mecachis, ya lo he vuelto a hacer. Espere que borre lo anterior...
E: ¿Podría decirme su dirección completa, su número de teléfono e email? No olvide marcar la casilla en donde nos autoriza a guardar sus datos, aunque le prometemos que no haremos mal uso de ellos, palabrita del niño Jesús.
Y: Me da un poco de mal rollo eso ¿no me lo puedo saltar?
E: Ya, pero el asterisco...
Y: Vale, bueno, supongo que su empresa no tiene malas intenciones.
E: Sólo vender más a cualquier precio.

E: Excelente. Pasemos a cosas más personales. ¿Dónde hizo sus estudios secundarios?
Y: Bueno, en otro país al suyo, donde no tenemos su sistema escolar. Le voy a poner Gymnasium que es lo que se parece mas al bachillerato. Y el Abitur es como nuestra selectividad.
E: ¿Y sus estudios universitarios? Por favor seleccione de la lista.
Y: Genial. (Lo bueno de Alemania es que pocos son ya ingenieros-ingenieros, sino bachelors, diplomados y técnicos pedorros, pero la figura del ingeniero sigue existiendo y son muy valorados). Bueno, no empezamos chuparnos las... en fin, seleccionemos de la lista. Ingeniero Industrial se dice Industrielle Ingenieur (nota: Wirtschaftsingenieur es otro modelo de ingeniero, enfocado a la economía y dirección de empresas).



Y: Caramba



Y: Oiga, mis estudios no salen en la lista.
E: No puede ser, contratamos un experto para elaborarla. Seleccione algo similar.
Y: (En este caso busco ingeniero mecánico, Maschinenbau Ingenieur).



Y: Mecachis



Y: Tampoco sale.
E: Ya, bueno, pero es que no nos salia de los Eier dejar el campo abierto. Tendrá que seleccionar de la lista.
Y: Ya, pero oiga, que es que he encontrado hasta Ingeniero de Flores (Blumeningenieur, no os tomo el pelo) pero no sale el título de Ingeniero Maschinenbau como Diox manda, y eso que ni siquiera se ajusta a lo que soy.
E: ¿Y cuantos años estudió usted?
Y: -suspiro- (Demasiados pienso). Oficialmente son 5 años.
E: Luego usted es diplomado con máster.
Y: No, es que es diferente...
E: Luego tiene un Bachelor
Y: ¡Por Diox no!
E: ¿Seguro que tiene estudios?
Y: ¿Sabe qué? Le voy a poner diplomado a secas y confío en que más tarde me deje explicarme.

E: Experiencia laboral. Rellene los campos por favor.
Y: Vamos a ver... Uy, esto sí que lo tienen bien montado. Aquí pongo las fechas, aquí la compañía, aquí una descripción y le doy a añadir.
E: Tómese su tiempo.
Y: Si si, casi estoy, este es el último ¡ups!
E: Lo sentimos, ha habido un error de conexión ¿podría volver a escribir todos uno por uno otra vez?
Y: La madre que os parió.

E: ¿Idiomas?
Y: Alemán “bueno”, Inglés “fluido”, Español... Oiga ¿por que no aparece en la lista "lengua materna"?
E: ¿No le vale "Experto"?
Y: Experta es mi cuñada que ha estudiado Filología hispánica, pero yo... Ala, pá ti la perra gorda.

E: Ahora los programas de ordenador que sepa manejar. Por favor seleccione de la lista...
Y: ¡Yuhu! Con la de programas raros que he dado en la universidad y en mi periodo friki podría rellenar un rollo entero de papel higiénico por las dos caras... ¡Un segundo! ¿Es una broma? Sólo me dan a elegir Microsoft Office, SAP y Outlook (tócate las narices que encima te lo pongan aparte). A ver, del Office soy... Principiante... no por supuesto... Nivel medio... uhm, se me queda corto... Experto... joder, eso me suena a uno que dé conferencias sobre el Word. Bueno, más vale que sobre a que falte. Total, seguro que el que lea esto usa la cederrunera como posavasos...

E: Último paso, mándenos en formato .pdf su CV (Lebenslauf en alemán, significa literalmente lo que has andado por la vida), su Bewerbung (carta de motivación), foto, certificado de estudios y recomendaciones.
Y: ¡HIJOS DE PUTA! ¡Y ME LO DECÍS AHORA QUE ME HE TIRADO DOS HORAS RELLENANDO LOS PUTOS FORMULARIOS! (Vale, cálmate me digo. Al menos aquí sí que te explicarás bien con el currículum). Aquí os van, que me tiré 3 días hasta dejarlos perfectos.

E: Muchas gracias por su solicitud, le respond...FATAL SERVER ERROR!!!!!!
Y: ¿?


Y: Joder ¿qué hago?

E: INTERNAL ERROR AT FFx0124D

Y: Uyuyuy. Voy a darle a recargar...

...

Entrevistador: Buenos días. ¿Como debo llamarlo? ¿Herr o Frau?


sábado, 24 de abril de 2010

Maybachufer am Markttag

Día de mercado en Maybachufer (una calle cuyo nombre no acaba en straße)

Maybachufer (barrio de Kreuzberg) es donde se monta dos veces por semana (los Martes y Viernes si no recuerdo mal) el mercado turco de frutas y verduras más famoso de Berlín. Es uno de los mejores lugares de la ciudad para sentir la presencia turca. Visitar esta calle cuando está el mercado montado se convierte en una delicia, al ir paseando junto a los puestos con los productos expuestos a lo largo de un canal de agua. No sólo la variedad es inmensa, pudiendo encontrar todos productos típicos de Turquía, sus ingredientes base de su dieta (buenísima por cierto); puestos de carne, comida para llevar, telas y zarrios (no pueden faltar los pingos en un mercadillo) le terminan de dar el toque que te transporta directamente de la capital de Alemania a Ankara.

A mi y a mis compañeros de piso nos gusta ir de vez en cuando a comprar, no sólo por que aquí sí encuentras los productos frescos, sino también por los precios (pimiento: 2 € la unidad en el súper, 2€/kilo en el mercadillo). Tan sólo deciros que llenar la nevera en plan vegetariano para cuatro personas me cuesta 12 euros, cuando en el súper eso se multiplica por 3 (para carnes voy a otro lado, y de pescados tengo ya un colega que me pasa cosicas buenas).

Quizás no sean tan interesante para los turistas, pero si estas planeando establecerte en Berlín (o ya lo has hecho pero has estado viviendo debajo de una piedra), date una vuelta por el mercado de Maybachufer y ve pensando qué no solo harás mejores ensaladas, tal vez también Pilav, Boref, Kofte o Tantuni (mi favorito).

Aquí unas fotos que hice ayer (y que he pasado por el Light Zone, gran programa)

(Click en las fotos para verlas en grande)










Le voy a cambiar el nombre al blog. En vez de llamarlo “Perdido en Berlín” se va a llamar “Perdido en Turquía”.

jueves, 22 de abril de 2010

Algo se muere en el alma.

Siempre he intentado, desde este blog y en las ocasiones en las que nos hemos visto, mostrar la cara amable, divertida y loca de mi experiencia en el extranjero.

Tal vez pensasteis que aquí todo es diversión, juerga y desenfreno. Lo cierto es que no me puedo quejar, pero también tiene su cara negativa esta moneda.

Y es que, por mucho que me guste vivir aquí, hay momentos duros, muy duros.

Podría poner mil ejemplos de las dificultades diarias que me encuentro, pero no se por donde empezar.

¿Habéis alguna vez imaginado lo que significa no poder comunicarte? ¿La frustración que se siente en las situaciones más cotidianas (como comprar el pan o ir a echar una carta)? ¿El estrés que se sufre al pensar que si el tendero se sale del guión que tienes en la cabeza, no sabrás qué hacer?

La vergüenza que te produce, después de tanto tiempo aquí, al conocer a una nueva persona, el no poder comunicarte verdaderamente con ella, el no saber expresar cómo eres.

No sólo eso. El sentirse excluido en cada conversación, el temor a abrir la boca por no estar seguro si sigues la conversación o no.

Más aún que tras pasar mil y una penalidades, tus sentimientos y tu actitud se vuelven cada vez más abiertos hacia la gente en tu situación, pero el resto de la humanidad sigue rondando en su círculo, lo que aún te hace sentir más apartado y frustrado.

Afortunadamente desarrollas un sexto sentido para las buenas personas, los que te comprenden y ayudan. Y se crean unos vínculos imposibles de explicar, pero tan reales como la amistad que los alimenta.

Y eso es lo peor de todo. Por que sin duda alguna, lo más triste de estar fuera es conocer a gente tan maravillosa como con la que he tenido la suerte de compartir este episodio de mi vida. Unas amistades y amores tan intensos que te hacen dudar de su existencia. Una vela que arde tan intensamente como te recuerda que este tiempo acabará muy pronto, y al que menos tarde que temprano deberás decir adiós.

Duele cada vez más decir adiós cuado otro amigo se va.

lunes, 5 de abril de 2010

A veces veo...

Martillos con abre botellas incorporados. ¡Qué no inventaran los alemanes!

Españolizando la cocina alemana

Vale, entre nosotros, de los que la han probado y sufrido. Que levanten la mano ¿a quién le gusta de verdad la cocina alemana?

Qué no digo que sea mala. No es mala para nada, de hecho tiene cosas que están muy ricas, pero... no es lo mismo ¿verdad? Es como si le faltase algo, no sé, un punto que sólo nosotros sabemos darle a la comida. 

Pero claro, tengo que enfrentarme a la realidad. Estoy viviendo aquí, y si en un bar pido unas papas o unos calamares lo máximo que consigo es que me arqueen una ceja (algunos camareros tienen una expresividad que asusta).

¿Entonces qué? Supongo que puedo aprender de ellos. Tan altos que son todos aquí, no deben comer tan mal. A lo mejor sí que tienen cosas ricas ricas y con fundamento, pero las esconden de los extranjeros. Maldita sea, ¿por qué no se nos ocurrió a nosotros?

Bueno, no desesperemos y echemos un vistazo a la cocina típica alemana.

Schwaebischer Kartoffelsalat (Ensalada de patatas, estilo sur de Alemania)


A lo primero hay que explicar los acompañantes de los productos típicos, y las patatas van las primeras por excelencia. TODO se acompaña con patatas aquí, hasta en la sopa como quien dice.

Esta es una receta del sur de Alemania (Suabia), pero la kartoffelsalat se encuentra en todo el país con variaciones. Se cuecen las patatas cortadas en trozos y se mezclan con el caldo de verduras, la cebolla cortada a trozos y resto de ingredientes. No está mal, y no echo en falta para nada la mayonesa.

Bratburst

Si le pides a un aleman salchichas francfurt se te va a reir en la cara. Si le pides simplemente salchichas te va a preguntar de cuales y no vas a saber que decir. Si llegas a conocer todas las que hay, primero engordarás 10 kilos y, segundo, te seguirá sin quedar claro cual es cual.

¿Y que puedes hacer con las salchichas? Cocerlas, al horno, a la parrilla, freirlas... Si no las acompañas con algo las salchichas son lo más aburrido del mundo. Veamos: patatas, salsa marrón, Kraut*... joder que aburrimiento. 

Les presento lo que a ningún alemán se le habría ocurrido jamás: freir las salchichas en aceite de oliva y acompañarlas de cebolla y un huevo frito para ¡tachán! comérselo todo con pan (y untar).

La cosa marcha, veamos lo siguiente típico.

Buletten

Las buletten son super típicas de alemania, aunque en cada sitio las llaman diferente. En Berlín son buletten y así se me ha quedado. Las encuentro día sí día no en la cafetería de la universidad. Y traducido al español son... albondigas. Albondigas de toda la vida. Ahora resulta que son alemanas, no te lo pierdas.

¿Y en qué se diferencias de las albondigas españolas? Aquí son mas grandes, aplastadas, llevan cebolla y maíz y se acompañan de patatas, salsa marrón o Kraut. Joder.

Bueno, pues acompañemos las buletten con arroz a la cubana y pimientos verdes fritos. Y pan para mojar. Esto es otra cosa ¿no?

Schnitzel

Este es mi favorito. Y de los alemanes también. Están super orgullosos de los schnitzel y los encuentras en cualquier restaurante. Hasta en los italianos lo incluyen. Está muy bueno y es conocido en todo el mundo el schnitzel alemán.

¿Qué es el schnitzel? Te estarás preguntando tal vez a estas alturas. Bueno, pues es un filete... empanado. Cuando lo probé la primera vez en un restaurante me soltaron lo que os acabo de contar y casi me parto de risa al ver un puñetero filete empanado ;p, acompañado de patatas, salsa marrón y Kraut. 

En fin, que hoy tenía ganas de comer bien y les he hecho caso: me lo he acompañado de papas... bravas natürlich.

Esto es todo de momento. Tengo más recetas alemanas en el bolsillo. Pero mirad, donde esté la tortilla, que se quite lo demás. Tortilla de patatas, selbstverständlich.

*Kraut: Col en general (Weißkraut, Rotkraut, Sauerkraut...), alimento básico de la dieta alemana. También era un sobrenombre que los angloparlantes de los ejercitos aliados usaban para denominar a los soldados alemanes. Lo de boches es francés, y significa asno si no me equivoco.

Pintando huevos

En Alemania se celebra la Pascua de manera diferente a España (afortunadamente). Aquí no hay procesiones de Semana Santa, y por consiguiente no te quedas aislado en la mitad equivocada de tu ciudad.

No, aquí se llevan más los huevos de pascua pintados y los conejitos de chocolate. Mientras les explicaba a mis compañeras de piso lo que son los Nazarenos y lo poco que tienen que ver con el Ku Kux Klan, ellas pintaron estos huevos cocidos con acuarela. ¿A que quedaron majicos?



Se tiraron un buen rato. ¡Estan hechas unas artistas! No obstante me pregunto cómo lo celebra Hugh Hefner estos días.

domingo, 4 de abril de 2010

Reflexiones

En el año 3000 tenía un puñado de amigos, un trabajo mal pagado y una cama calentita. Lo tenía todo, y no envidiaba a nadie.

Frase dicha por Fry, personaje de Futurama, en el capítulo 19 de la segunda temporada, “La mujer criónica”.

Para los que no estén familiarizados con esta serie, se basa en las aventuras de un perdedor que se congela por accidente durante mil años, reapareciendo en Nueva (Nueva) York en el año 3000, donde todo es diferente. En este capítulo, Fry se encuentra con su antigua novia del siglo XX, la cual también se había crionizado. Michelle, que así se llama esta chica, se casó después de que Fry desapareciera en el año 2000. Su marido le puso los cuernos con otra mujer y por ello tomó la decisión de huir al futuro.

Fry le enseña la nueva sociedad, donde los museos se componen de gente obesa con la tripa tatuada, los aliens conviven con los humanos y su grupo de amigos es una panda de monstruitos, donde la más normal es una chica de Marte. Fry está encantado de tener a su novia de vuelta, pero ella no consigue encajar en este extraño mundo del futuro.

La idea de viajar al futuro parece fascinante. Romper con todo lo conocido, con tus problemas, empezar de cero en un lugar donde se te abren todas las posibilidades ante tí. Todo se puede hacer, todo está permitido, no tienes límites. Seguramente eso es lo que pensó Michelle al ver como su mundo se derrumbaba al dejarle su marido. Pero ¿realmente es lo que ella quería? Ella había consagrado su vida a encajar en la sociedad. Sabía como moverse, de qué temas hablar con la gente, donde relacionarse, los lugares de moda, la ropa que se llevaba. E iba a triunfar. Porque el objetivo de la sociedad del siglo XX es triunfar. Ganar más dinero, tener un coche más grande, una casa más grande, un marido o mujer más guapos y mejor amantes. Y no obstante, aunque tenía su camino marcado, no era feliz. Pensaba que lo era, pero tras perder su castillo de princesa de arena, no sabe que hacer. Y decide ir a donde parece que quiere ir todo el mundo, donde la gente huye en busca de felicidad.

Y allí se encuentra a Fry. Su antiguo novio, pero más bien antigua marioneta. Un don nadie, ninguneado por todos por no encajar en la sociedad. Pero ahora resulta que Fry es feliz. Ha encontrado su sitio en el mundo, donde las antiguas reglas no valen. Donde no hace falta tener una cartera abultada para ser feliz. El arte, la música, la comida, la gente... todo es diferente. De donde él viene, a nadie en su sano juicio le gustaría, pero para él eso lo hace incluso más fascinante.

Michelle, por el contrario, no lleva nada bien el cambio. Pensó que encontraría la felicidad en el año 3000. No se paró a pensar que el cambio sería completamente radical. Qué tal vez todo lo que daba por supuesto sólo era humo a su alrededor. Y que la superficialidad que le rodeaba le había, paradojicamente, penetrado hasta los huesos. Al ver que el mundo ya no era su mundo, que el sistema ya no existía para satisfacerla, es presa del pánico. Esta sola, y su único nexo es precisamente a quién no aceptó. No obstante Fry es una buena persona, y no le importa lo que ocurrió en el pasado. Ahora es feliz de ayudarla a que se adapte, una ayuda que él nunca recibió.

¿Qué hace ella? No puede cambiar, necesita su antigua vida pero no puede volver a ella. No puede quedarse donde está, pero ahora teme que un nuevo cambio podría conducirle a otra situación tal vez peor. Así que arrastrará con ella a Fry para volver a congelarse otros 1000 años, despertando en un futuro apocalíptico donde no queda nada.

¿Has llegado hasta aquí leyendo? Bien, porque ahora viene la razón a todo este cuento. Porque este cuento va dirigido a tí. El siglo XX es tu ciudad, y el año 3000 es Berlín. En la vida se te pasó por la cabeza que aquí no serías la reina del baile Aquí los monstruitos a los que señalabas con el dedo dominan, y te acompleja pensar que puedan estar haciendo lo mismo contigo ahora. Déjame decirte que el tiempo que dedicaste a crear una fachada artificial fue en vano, porque tarde o temprano las grietas dejan ver el vacío que hay detrás.

Aún puedes volver al siglo XX. Yo, en cierto modo, también lo añoro. Pero de momento quiero quedarme con Fry. No me arrastres contigo, porque esta vez no te seguiré. Hice todo lo que puede por ayudarte, pero tal vez no me escuchaste. No te culpo, no estás acostumbrada.

Buena suerte mi querida Michelle.

Le dedico este post a mi amigo Juanlu, cuyas reflexiones desencadenaron no sólo esta, sino muchas más.

sábado, 3 de abril de 2010

¡No estoy muerto!

Queridos lectores, he de pediros disculpas por este mes de sequía en el blog. Os he tenido en mente todo este tiempo, pero el mes de marzo no ha sido muy propicio para prestaros la atención que merecéis.

La primavera ha llegado, el sol empieza a mostrar su cara, la ciudad va despertando de su hibernación y yo me he ido al paro. Así que entre curriculum y curriculum iré escribiendo un poco por aquí mis estrambóticas aventuras.

¡Un abrazo a todos! ¡Nos vemos en la cola del paro!